A 30 años del atentado a la AMIA
Hoy se conmemoran tres décadas del trágico atentado que sacudió a la Argentina, dejando un saldo de 85 muertos y más de 300 heridos en la sede de la AMIA, en Buenos Aires.
El lunes 18 de julio de 1994, a las 9:53 de la mañana, una Trafic blanca cargada con 400 kilos de explosivos detonó frente al edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en el barrio porteño de Balvanera. El ataque, convertido en coche bomba, creó un cráter de seis metros de profundidad y causó daños materiales valuados en millones de pesos/dólares. La onda expansiva afectó gravemente a las manzanas vecinas, dejándolas sin agua ni luz, y destruyó decenas de propiedades en la cuadra.
Desde entonces, la investigación judicial y los esfuerzos gubernamentales han enfrentado numerosos obstáculos sin lograr resultados satisfactorios para los familiares de las víctimas. A pesar de ser el atentado más cruento en la historia argentina, los responsables siguen impunes, alimentando la frustración y el dolor de una comunidad que lo considera un ataque no solo a la AMIA, sino a toda la sociedad argentina.
Diversos gobiernos han intentado abordar el caso con diferentes estrategias, incluida la controvertida iniciativa de la ex presidenta Cristina Kirchner para interrogar a los acusados en Irán, un acuerdo que generó polémica y fue declarado inconstitucional. Actualmente, el gobierno del presidente Javier Milei explora la posibilidad de implementar el juicio en ausencia como un nuevo enfoque para avanzar en el proceso contra los presuntos responsables iraníes.
A lo largo de estos treinta años, la memoria del atentado ha sido honrada con miles de artículos, libros, ensayos, testimonios orales, expresiones artísticas y actividades educativas. Cada 18 de julio, a las 9:53, la sirena suena en la reconstruida sede de la AMIA en Pasteur 633, recordando a las víctimas y reafirmando el compromiso inquebrantable por la justicia.