En medio de la conmoción por los recientes asesinatos que han sacudido a la ciudad de Rosario, una serie de revelaciones arrojan luz sobre la complejidad y la oscuridad que rodean estos hechos. La detención del joven sicario, de apenas 15 años, responsable del homicidio del playero, ha destapado una red criminal que parece tener sus hilos conectados en lo más profundo del submundo del narcotráfico.

Según los avances de la investigación, el adolescente confesó que actuaba bajo las órdenes del narco conocido como "Chuky Monedita", quien presuntamente dirigía sus actividades delictivas desde la cárcel. Este hecho ha desatado una serie de interrogantes sobre la complicidad y la influencia que los líderes del crimen organizado mantienen aún tras las rejas.

Uno de los detalles más impactantes es el supuesto pago de $400 mil al sicario por llevar a cabo el crimen. Esta cifra revela la dimensión económica y la brutalidad de un sistema criminal que no vacila en segar vidas por un puñado de dinero. Además, se sospecha de una posible conexión entre el narco "Chuky Monedita" y otro preso, Lindor Alvarado, detenido en la cárcel de Ezeiza.

La audiencia imputativa llevada a cabo reveló que no se trata solo del sicario, sino de una red de criminales que habrían cobrado sumas que oscilan entre los $200 mil y los $400 mil por los asesinatos de varias personas en la ciudad. Alejandro Núñez, alias "Chucky Monedita", figura como el instigador de estos crímenes desde su celda en el penal de Piñero.

Además, se señala a la pareja de "Chucky", identificada como Brenda Pared o "La Doña", quien se encuentra bajo prisión domiciliaria, como la organizadora de los asesinatos. Por su parte, Lindor Alvarado, desde el penal de Ezeiza, habría participado en la planificación de los crímenes que han sacudido a Rosario en las últimas semanas.