El proyecto de ley para reimponer el impuesto a las Ganancias sobre los salarios, de ser aprobado por el Senado, tendrá un impacto significativo en los trabajadores argentinos. Según las proyecciones, cerca de un millón de personas estarían nuevamente sujetas al tributo, lo que plantea un cambio significativo en la estructura fiscal del país.

De acuerdo con el proyecto del Gobierno, los trabajadores comenzarían a pagar el impuesto a las Ganancias a partir de una remuneración bruta mensual de $1.800.000, lo que equivale a un salario neto de $1.494.000. Sin embargo, este umbral varía dependiendo de las deducciones que cada individuo pueda aplicar por cónyuge, hijos u otros gastos deducibles.

El nuevo esquema propuesto contempla 17 categorías, siendo la más baja eximida del tributo para aquellos con un salario bruto de hasta $1.800.000, lo que se conoce como "el mínimo no imponible para empleados solteros".

Para entender cómo afectaría este cambio en los bolsillos de los trabajadores, se pueden hacer ejemplos con diferentes situaciones. Por ejemplo, un asalariado con una remuneración bruta de $3.200.000 y sin deducciones pagaría un impuesto mensual de $247.564,83. Si este mismo individuo declara deducciones por dos hijos menores de 18 años, el monto sería de $189.796,73 mensuales.

En cuanto a las escalas de alícuotas, serán más progresivas, variando entre un 5% y un 35%, con la tasa máxima aplicándose a partir de un ingreso de $36.450.000. Estos tramos de las escalas presentan un incremento respecto al proyecto de ley presentado a principios de año.

Es importante destacar que las deducciones personales y los tramos de las escalas del impuesto se ajustarán anualmente por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Además, se eliminan algunas deducciones y exenciones previas, lo que impactará en la carga tributaria de los trabajadores.