Cinco hombres con los rostros cubiertos usaron un ariete para romper la reja perimetral y la puerta de acceso de la oficina del depósito. Dentro del lugar se encontraban el propietario y sus dos hijos mayores, quienes intentaron resistir el asalto y se dirigieron a la parte trasera del depósito, donde estaba otro operario. En ese momento, la alarma sonora se activó, provocando la huida de los delincuentes.

Los asaltantes escaparon en un Chevrolet Corsa gris. La policía fue alertada a través de la red policial, y agentes de la División de Delitos Personales (DDP) y la División de Lucha contra el Narcotráfico (LE), que estaban en la zona, comenzaron a perseguir el vehículo. Tres de los sospechosos cambiaron de vehículo, subiendo a una camioneta Ford EcoSport blanca, mientras el Corsa se dirigía en otra dirección.

El personal policial siguió la camioneta, la cual se dirigió hacia el parque industrial liviano. En la calle J. Jones 1700, la camioneta se detuvo al encontrar la calle sin salida. La policía logró detener al conductor, identificado como M.R. de 59 años, mientras los otros sospechosos huyeron hacia un terreno baldío.

La policía científica llegó al lugar y localizó un handy y el celular del damnificado en el pastizal. También se encontraron prendas de vestir y rastros de sangre, que probablemente pertenecían a los sospechosos fugados. Con la ayuda de un perro de rastreo de la unidad canina, la policía continuó la búsqueda, encontrando a otro sospechoso escondido a 600 metros del lugar. El hombre, identificado como M.J.H. presentaba un corte en la cara y fue reducido y detenido.

La camioneta fue secuestrada para peritajes. Las víctimas del intento de robo no sufrieron lesiones, aunque informaron haber visto un arma durante el incidente.