STIA le desmintió a las empresas pesqueras: “no pedimos ningún bono por trabajar los domingos”

En medio de la creciente preocupación por el alto ausentismo laboral en las plantas pesqueras de la región, el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) ha salido al cruce de las afirmaciones publicadas en una revista local. Según la publicación, las empresas pesqueras evalúan no operar los fines de semana debido a la inasistencia de los trabajadores, y el STIA habría propuesto un “bono por ir a trabajar”. Sin embargo, su secretario general, Luis Núñez, desmiente esta información.

Núñez califica la nota como “una barbaridad” y asegura que el medio habla en representación de las empresas, ignorando los derechos de los trabajadores. “No pedimos ningún bono por trabajar los domingos. La ley establece que el descanso dominical es un derecho y no es obligatorio trabajar en fines de semana”, afirma.

El líder sindical explica que, de requerir a los trabajadores en días no laborables, las empresas están obligadas a pagar el doble del salario habitual y otorgar un descanso compensatorio. “Si no se cumple con esto, la empresa debe abonar un adicional del 150%”, enfatiza Núñez, subrayando que existen leyes y convenios que protegen a los trabajadores y evitan su explotación.

A pesar de un reciente aumento salarial del 275% en el sector, la falta de vinculación entre la remuneración y la productividad sigue siendo un desafío. Sin embargo, Núñez recalca que las soluciones deben respetar los derechos laborales y no recurrir a medidas que puedan perjudicar a los trabajadores.

La situación actual en las plantas pesqueras no solo afecta a los trabajadores, sino que también trastoca la cadena productiva, generando sobrecostos y disminuyendo la eficiencia. En este contexto, el STIA se mantiene firme en su defensa de los derechos laborales, rechazando cualquier intento de desvirtuar la normativa vigente.

“Es fundamental que se reconozcan los derechos de los trabajadores y que se respete la ley. No podemos permitir que se hable desde el desconocimiento y que se imponga una cultura de explotación”, concluye Núñez.