El caso ocurrió el 19 de octubre cuando la mujer fue a buscar a su hija, quien se encontraba al cuidado de su ex pareja. El sujeto, empleado de la Policía Federal,  comenzó a tocarle la cola e intentó darle un beso.

La víctima se resistió y lo denunció en la Comisaría de la Mujer, donde relató que la situación se daba hace varios años, por lo cual en su momento decidió separarse.

Desde La fiscalía se lo imputó por “abuso sexual simple en contexto de violencia de género en la modalidad de delito continuado” y solicitó la apertura de investigación y la medida cautelar de prohibición de acercamiento.

La jueza Hernández modificó la plataforma fáctica, la calificación y excluye el contento de violencia de género, para finalmente rechazar las medidas cautelares solicitadas por las fiscales de la Agencia de Violencia de Género y Abuso Sexuales del Ministerio Público Fiscal.
En tanto la fiscal María Angélica Cárcano impugnó la medida por entender que fue una decisión “arbitraria, parcial y contradictoria”. “Se inmiscuyó en tareas propias del Ministerio Público Fiscal, viola la separación de funciones y además al denegar la medida de coerción coartó el derecho de la víctima de ser protegida”, sostuvo en la audiencia.

Asimismo en la audiencia, la jueza Patricia Asaro y Marcelo Orlando, le dieron la razón a la Fiscalía y revocaron la decisión “Los jueces tenemos la obligación de acatarlos con medidas proactivas para evitar que estos hechos vuelvan a ocurrir”.