El tema genera debate entre quienes lo ven como una opción en un contexto de crisis económica y quienes consideran que se apropian de un lugar público para generar un negocio.

Playa Paraná es un lugar tradicional al que mucha gente concurre con sus casillas rodantes. Sin embargo, este verano se notó una proliferación de las mismas y trascendió que, así como muchos van a pasar el día y disfrutar de la naturaleza, otros alquilan a turistas de manera permanente, dato que hizo estallar al Municipio.

Por este motivo, el intendente Gustavo Sastre se manifestó en contra de la situación y ya está trabajando en una iniciativa que luego tendrá su tratamiento correspondiente en el Concejo Deliberante.

El proyecto se centra en un marco regulatorio de aquellos “vehículo-casa itinerante” y hace hincapié en las zonas de pernocte y estadía, la forma en la que deben estacionar y que está terminantemente prohibida la descarga de excretas en la zona de la playa, previendo elevadas multas para quienes lo hagan.

Habrá que analizar, una vez que se presente en el Concejo Deliberante, los detalles del proyecto y las consecuencias que tendrá para el turismo denominado “gasolero”, que durante enero fue protagonista.