El denominado "Supermartes" ha evidenciado las condiciones para que Joe Biden y Donald Trump vuelvan a enfrentarse en las urnas por la presidencia de Estados Unidos. Las elecciones primarias en los 15 estados demostraron un claro dominio de ambos candidatos en una jornada atípica por las definiciones previas.

Por un lado, Trump busca regresar a la Casa Blanca y el único obstáculo en la primera instancia de las elecciones es Nikki Haley, la otra candidata por el Partido Republicano. Sin embargo, su rival solo consiguió un triunfo en Vermont este martes y acumula dos victorias, colocándola muy por detrás del expresidente.

Además, el magnate cruzó la línea de los 900 delegados y está a pocos de los 1.215 necesarios para quedarse con la candidatura de su partido. Actualmente, Haley suma 53 tras ganar en Vermont y Columbia. Si el desarrollo continúa así, el empresario podría asegurar el triunfo definitivo la próxima semana.

Sin embargo, las últimas encuestas indican que Nikki Haley tiene mayor intención de voto en un hipotético duelo contra Joe Biden, actual presidente de Estados Unidos, lo que podría presentar un desafío adicional para Trump.

Por otro lado, Joe Biden ha atravesado una jornada sin sobresaltos, al no contar con rivales dentro del Partido Demócrata. Obtuvo números por encima del 80% en la mayoría de estados, mientras se desarrolla un fuerte debate sobre la situación migratoria en el país.

Biden mostró prudencia ante los números de Trump en su interna, señalando: "Está impulsado por el resentimiento y el engaño, centrado en su propia venganza y retribución, no en el pueblo estadounidense. Está decidido a destruir nuestra democracia".

Trump celebró los resultados, afirmando que son "concluyentes" y destacando el apoyo recibido. En su discurso victorioso, reafirmó su posición sobre la necesidad de fronteras seguras y elecciones justas.