Representantes del Sindicato de Conductores alertan sobre la proliferación de servicios no habilitados que afectan la seguridad y la economía local.
Puerto Madryn
Redacción MadrynAhora
Mario Adarme, representante del Sindicato de Conductores de la Federación Nacional en Puerto Madryn, ha manifestado su creciente preocupación por el aumento de servicios de transporte ilegales, como Uber y vehículos sin habilitación, en la ciudad. Esta situación no solo perjudica a los propietarios de taxis y choferes, sino también a quienes alquilan vehículos habilitados, quienes enfrentan la competencia desleal de estos servicios que operan al margen de la ley.
Adarme señala que el principal problema radica en que estos servicios, considerados ilegales por no cumplir con las ordenanzas municipales, están operando sin control alguno. "Es una vergüenza que pasen por alto la carta orgánica", afirmó.
La situación se vuelve especialmente evidente en lugares estratégicos como el aeropuerto y el muelle, donde los conductores no autorizados captan turistas de manera informal. Adarme describió el escenario en el aeropuerto como “una carnicería”, dado el número de vehículos no regulados que operan en el área.
Además, Adarme advierte sobre los riesgos que estos servicios representan para la seguridad de residentes y turistas. Muchos de estos autos ilegales, que utilizan aplicaciones o WhatsApp para ofrecer sus servicios, carecen de seguros y no tienen control sobre sus conductores, lo que puede derivar en situaciones peligrosas. Ha habido hechos donde turistas han sido víctimas de robos y revisiones de sus pertenencias por parte de estos conductores no autorizados.
A pesar de las denuncias y evidencias presentadas al área de Transporte, Adarme considera que los controles son insuficientes. “No sé si Coordinación no tiene suficiente personal para hacer los controles que deberían”, cuestionó, subrayando la falta de operativos regulares por parte de las autoridades locales y de la policía. En su opinión, es necesario implementar controles más frecuentes y rigurosos, especialmente en puntos críticos como el aeropuerto.
Según Adarme, el número de viajes ha disminuido notablemente, lo que afecta la fuente de ingresos de muchos conductores. “Se nota que ha bajado el trabajo, hay autos esperando por pasajeros y muchos terminamos sin llevar a nadie”, afirmó.
Fuente: El Diario
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