"No quiero comerme agresiones" Ingrid Grudke teme ser atacada por sus vecinos
La reconocida modelo contó que el triste momento que está viviendo con su familia y se mostró desvastada
El confinamiento afectó a todos los argentinos en mayor o menor medida. Ingrid Grudke, por ejemplo, decidió contar el drama familiar que está viviendo y fue muy punzante. “Yo tengo a mi papá, que no es tan grande, pero está muy enfermo hace mucho tiempo y siempre tiene recaídas”, arrancó diciendo la reconocida modelo.
“Está en momentos críticos, entonces me fastidia no poder ir a verlo, por lo menos acompañar a mi mamá. Porque mi papá tiene Alzheimer, no se acuerda de nada. Pero no poder verlo, tocarlo, acariciarlo me fastidia porque sé que en cualquier momento se puede ir”, agregó sobre la imposibilidad de pasar este momento juntos.
@almapuralapeli #almapura #pelicula #ficcion #drama gracias @silkey.ok @leo.cosenza @roxharris por acompañarme con el #estilismo de mi #personaje #sofia #director @yorobertosalomone la podes ver hasta el 24 de abril por https://play.cine.ar/inicio View this post on InstagramSin embargo, a la hora de responder el motivo por el cual no saca un permiso y viaja a su provincia, mencionó: “No quiero comerme agresiones, más que nada de vecinos. Me pasa en esta cuarentena que a veces siento que la gente está menos tolerante y no se pone en el lugar del otro. Yo entiendo que tenemos que hacer cuarentena y tenemos reglas de convivencia para estar mejor pero hay situaciones que hay que evaluarlas de manera aislada, con solidaridad”.
Luego siguió hablando de su perspectiva sobre cómo está el panorama actual y afirmó: “La gente dice ser solidaria pero muchas veces hiere mucho más con las palabras. Hay gente que si te contagias la enfermedad no te dejan entrar al edificio, o están los enfermeros que no pueden entrar en su propia casa porque los vecinos los escrachan. Cuando te necesitan está todo bien, pero cuando tenes un problema, no. Ahí es una cosa extraña que estamos viviendo. Me la estoy bancando de esta manera”, concluyó Ingrid Grudke.