Revelaron cómo fueron los últimos días de Ricardo Fort

El mediático falleció a los 45 años en noviembre de 2013 de un paro cardíaco por una hemorragia digestiva masiva.

El lunes 25 de noviembre de 2013 fue feriado, los medios anunciaron la noticia más inesperada: la muerte de Ricardo Fort. El empresario había fallecido en el Sanatorio de La Trinidad de Palermo, a los 45 años, debido a un “paro cardíaco asociado a una hemorragia digestiva masiva”, tras años de atravesar problemas de salud.

Días antes había regresado desde Miami con un objetivo claro: terminar de una vez por todas con sus problemas de Salud y los dolores que lo aquejaban. Fue por eso que se internó en la Trinidad, y convocó una junta médica para determinar de qué manera podía tratarse su rodilla, tras seis operaciones.

"Vuelvo esta noche de Miami, muy preocupado por mi salud. Seguramente deberé internarme para solucionar todos mis problemas", había escrito el 9 de noviembre en su cuenta de Twitter. Minutos antes, paradójicamente, había publicado una foto suya anunciando su última tarde "de paz" en la ciudad que tanto le gustaba. Casi un presagio.

Su situación era tan extrema que tras fracturarse el fémur en el país del norte, arribó al aeropuerto en silla de ruedas: "El vuelo fue complicado. Me medicaron para poder viajar. Los dolores son insoportables, no hay medicamento que me pueda sacar el dolor. La rodilla quedó mal operada y ahora vamos a hacer una junta médica para ver qué se puede hacer porque eso me trae problemas en la columna y tengo el cuello rectificado. Hay médicos que me arruinaron la vida", se lamentaba.

2013, uno de los años más largos de Ricardo Fort

Si bien sus problemas de Salud venían desde hacía años, en los últimos meses todo se precipitó: los dolores crecieron exponencialmente, y sólo en el 2013 se realizó tres operaciones. Tan insoportable se volvió la situación que alguna vez llegó a declarar: "Pensé en suicidarme. Estoy muy triste. Es un tema que necesito resolver con urgencia".

En febrero debió suspender sus funciones de Fort con Caviar en Mar del Plata para someterse a una cirugía por una perforación en el tracto digestivo. La intervención estuvo a cargo de Alejandro Druetto, uno de los médicos que este viernes fueron sobreseídos por la Justicia tras haber sido acusado de mala praxis con otros nueve colegas. Claro que dicho problema no era ajeno a maltrecha rodilla, ya que sus órganos digestivos se resintieron a causa de la morfina y los demás medicamentos que consumía para aliviar los dolores.

En abril de ese año fue operado de esa maldita rodilla: "Fue doloroso, la verdad. Gracias a los calmantes puedo aguantar el dolor y mañana empezaremos con la kinesiología para empezar a mover la pierna y caminar de a poco con muletas", relató Fort al día siguiente del procedimiento quirúrgico.

La última intervención a la que se sometió fue en septiembre: le implantaron 16 tornillos de titanio en la columna, más dos varillas para apuntalarla, y anillos de metal para separar las vértebras y evitar el desgaste de los discos. Aquella cirugía llevó nueve horas, y aunque todo salió bien los problemas no tardaron en llegar luego de que su organismo rechazara los cuerpos extraños, ocasionándole aún más problemas.

Su grito de ayuda

Ricardo Fort se hizo conocido por sus excentricidades, sus lujosos autos, sus viajes a Miami y su gusto por los relojes Rolex. De personalidad fuerte, en sus primeros tiempos como mediático al chocolatero siempre se lo vio alegre, o a lo sumo enojado, pero nunca triste. Así fue hasta el 2013, cuando hizo visible todo su dolor.

Dos meses antes de su muerte se quebró en una entrevista con Mónica Gutiérrez: "Cada vez que me levanto de una silla tengo que agarrarme de algo para no sentir dolor. Y debo caminar poco porque no puedo caminar bien. Me afecta en el trabajo, con mis hijos, en el día a día con la pareja. Pasás a ser un inválido. Es muy fuerte. Hay veces que no sé qué hacer porque no le encuentro salida. No hay un final y no termina más: es operación, tras operación. Sólo mi familia y mis hijos saben el sacrificio que hago", confesó, entre lágrimas.

Desde ese momento se conoció a un Ricardo Fort diferente, más sensible, más humano. Incluso en varias oportunidades había dicho que se moriría joven, como Elvis Presley, porque presentía que sus problemas de salud seguirían y así fue.

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