Cierró la histórica fábrica Dánica: más de 150 empleados quedarán en la calle
La emblemática fábrica de margarina Dánica, fundada en 1939 en Llavallol, cerrará sus puertas el 31 de diciembre de 2024, dejando a más de 150 trabajadores sin empleo. El cierre responde a la falta de mercado y a una serie de denuncias por vaciamiento y precarización.
La histórica fábrica de margarina Dánica, ubicada en Llavallol, cerrará definitivamente sus puertas el 31 de diciembre de 2024, poniendo fin a una larga trayectoria que comenzó en 1939. La decisión, tomada por el Grupo Beltrán, propietario de la planta, responde a la falta de mercado para sus productos. Sin embargo, los trabajadores denuncian un proceso de vaciamiento que, según afirman, afectó gravemente la planta, acusando a la empresa de no invertir en insumos ni en el mantenimiento adecuado.
Eduardo Barraza, dirigente sindical del Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria del Aceite (SOEIA), explicó que más de 150 empleados se quedaron sin empleo tras el anuncio del cierre. "Ya no hay chance de seguir, no hay enero", señaló Barraza, quien detalló cómo la planta fue vaciada paulatinamente, con un deterioro visible en las condiciones laborales y una escasez de insumos. La denuncia fue presentada ante el Ministerio de Trabajo en noviembre, y la empresa notificó el cierre definitivo para diciembre de 2024.
A pesar de las audiencias y negociaciones en curso, la situación de los trabajadores sigue siendo difícil. El Grupo Beltrán ha solicitado pagar las indemnizaciones en doce cuotas, lo que agrava aún más el panorama. Los sindicalistas sostienen que las políticas del gobierno de Javier Milei, centradas en la liberalización económica y los recortes en el consumo, han empeorado las condiciones de fábricas como Dánica, que ya vivían años de dificultades antes del cierre.
Desde que el Grupo Beltrán adquirió la planta en 2018, los trabajadores denunciaron despidos, demoras salariales y una creciente precarización de las condiciones de trabajo. Durante la pandemia de 2020, la planta cerró temporalmente, pero con la ayuda del gobierno se reabrió, aunque nunca logró recuperar su estabilidad. La caída en las ventas y el aumento de costos finalmente llevaron al cierre definitivo de la planta.
"Nos dejaron afuera en plena pandemia", recordó Barraza, quien señaló que la empresa priorizó sus intereses exportadores mientras desmantelaba la producción local. Con el traslado de la producción a Córdoba y la caída del mercado interno, la fábrica de margarina cerró sus puertas, dejando a 150 empleados sin trabajo y la planta a la venta.