Kicillof viene a Chubut: Busca convencer a Torres de que no vaya al Pacto de Mayo
La visita del gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, a Chubut genera expectativas ante su intento de persuadir a Ignacio Torres para que no participe en el Pacto de Mayo
El gobernador de la provincia de Buenos Aires llega a Chubut, protocolarmente, para la firma de un convenio por el préstamo de 15 ambulancias al gobierno de Chubut. Sin embargo, la visita hizo ruido no solo en el peronismo duro, hoy separado de Axel Kicillof, sino en los votantes de Ignacio Torres, referente del PRO. El mandatario bonaerense confía en que puede convencer a Torres de que no vaya al Pacto de Mayo, algo que parece difícil con un Torres que confirmó su apoyo a la Ley de Bases y dejó atrás su ruidosa pelea con Nación.
El acto formal de entrega de ambulancias será este miércoles a las 13 horas en la sede de Lotería del Chubut, en Rawson. Torres y Kicillof firmarán un convenio de cooperación, mediante el cual la provincia de Buenos Aires le entregará al gobierno de Chubut quince ambulancias en comodato para “colaborar en el marco de la crisis sanitaria” que atraviesa esta provincia.
Sin embargo, el principal objetivo de la visita de Axel Kicillof no es la entrega de 15 ambulancias en el marco de la emergencia sanitaria de Chubut. Plantado como uno de los principales opositores al gobierno de Javier Milei, el gobernador de Buenos Aires busca aliados. Mantiene una buena relación con Llaryora, de Córdoba, y con Pullaro, de Santa Fé, a quien también ayudó con necesidades de su provincia.
En la figura de Ignacio Torres, que tomó relevancia nacional en su corta pero ruidosa disputa con el gobierno central, Kicillof vio una puerta. En su estadía en nuestra provincia, intentará convencer al gobernador de Chubut de que no viaje al Pacto de Mayo, algo que pareciera imposible con un Torres que ya anticipó su apoyo a la Ley de Bases y el voto a favor de sus senadoras, tal cual sucedió con sus diputados.
La falsa película de La Patagonia Rebelde duró poco pero le alcanzó a Ignacio Torres para tomar relevancia nacional en todos los canales. Cuando los días pasaron y la justicia federal de Rawson le dio un guiño a favor, bajó notablemente el nivel de conflicto con el presidente. No solo dejó de criticar a Milei, sino que oficializó su postura a favor de la Ley de Bases ya desde la primera discusión. El único punto en el que Torres se opone es en el impuesto a las ganancias, que si bien impacta a trabajadores de la provincia, son un pequeño porcentaje de la población.
De acuerdo a estos antecedentes, quizás Kicillof se perdió algún capítulo de la historia y piensa que Ignacio Torres todavía tiene ganas de enfrentarse a un gobierno nacional con el que concuerda más de lo que disiente.
Por otro lado, el gobernador de Buenos Aires está –hacia adentro- oficialmente distanciado del peronismo más influyente cercano a Cristina Fernández de Kirchner, cuyos principales exponentes, Máximo Kirchner y “Wado” de Pedro, pretenden evitar cualquier tipo de armado político de Axel con el peronismo de las provincias. Kicillof necesita sumar socios, aunque sea adherentes, para su causa y en ese esquema entran los gobernadores “dialoguistas”.
Torres hace su juego, no pretende volver a enemistarse con el presidente y envía gestos, pero le sirve sumar el apoyo de distintos sectores peronistas, incluso kirchneristas. Su propio gabinete es un fiel reflejo que lo de “acabar con 20 años de peronismo que destruyeron la provincia” era un simple slogan de campaña.