Nuevos aumentos en combustibles: el sexto golpe al bolsillo en lo que va del año
El Gobierno Nacional justificó esta medida como parte de su estrategia para estimular el crecimiento económico y garantizar un camino fiscal sostenible, aunque reconoce su impacto en la inflación.
A partir del sábado 1 de junio rige un nuevo incremento en el precio de los combustibles, como resultado de un impuesto nacional que entró en vigor. Este aumento, estimado en un 20%, afectará principalmente a la nafta.
El Gobierno Nacional, liderado por Javier Milei, publicó el Decreto 466/2024 en el Boletín Oficial en las primeras horas de esta madrugada, estableciendo los nuevos aumentos que afectarán a la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil.
El incremento del impuesto a los combustibles, que vence el 1° de junio, fue motivo de debate en el Poder Ejecutivo, que debía decidir si continuaba con el congelamiento de precios establecido a fines de abril o si lo actualizaba de acuerdo con la inflación. Finalmente, el Ministerio de Economía, dirigido por Luis Caputo, optó por actualizar el tributo, lo que se traducirá en un aumento en los precios de la nafta y el gasoil en los surtidores de YPF, Shell, Axion y Puma Energy.
El texto del decreto establece que los incrementos en los montos de impuesto tendrán efecto para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, y detalla los siguientes ajustes:
Para los hechos imponibles entre el 1° y el 30 de junio de 2024, ambos inclusive, el impuesto sobre la nafta aumentará en $10,121 y el impuesto sobre el gasoil en $8,245, con un adicional de $4,464 para el gasoil correspondiente al "incremento monto fijo actualizado del gravamen - tratamiento diferencial".
El Impuesto al Dióxido de Carbono aumentará en $0,619 para la nafta y $0,935 para el gasoil.
El decreto también establece que, a partir del 1° de julio de 2024, se aplicará un incremento total en los montos de impuesto.
El Gobierno Nacional justificó esta medida como parte de su estrategia para estimular el crecimiento económico y garantizar un camino fiscal sostenible, aunque reconoce su impacto en la inflación.