Descubren nuevos hábitos alimenticios de las ballenas en Península Valdés
Un estudio del CONICET mostró que las ballenas francas australes bucean a más de cien metros en busca de zooplancton de alta calidad, fundamental para la conservación de su hábitat
Investigadores del CONICET, con el apoyo de National Geographic, descubren que las ballenas francas australes en Península Valdés bucean a grandes profundidades para alimentarse. Este hallazgo es vital para la gestión de áreas marinas protegidas y la conservación del ecosistema.
Un reciente estudio ha descubierto que las ballenas francas australes en Península Valdés, junto a sus crías, pueden bucear más de cien metros de profundidad para alimentarse de zooplancton de alta calidad. Este hallazgo permite una gestión más precisa de las áreas marinas protegidas y el desarrollo de políticas de conservación que consideren la salud integral del ecosistema. La investigación fue apoyada tecnológicamente y logísticamente por la National Geographic Society.
El comportamiento alimenticio de la ballena franca austral sigue siendo un enigma para muchos biólogos marinos. Valeria D´Agostino, investigadora del CONICET, menciona que hasta ahora se sabía que estas ballenas se alimentaban principalmente en la superficie y subsuperficie de zooplancton. Sin embargo, registros de buceos prolongados con lodo en la cabeza indicaron que también podrían alimentarse cerca del fondo marino.
Para confirmar esto, el equipo del CONICET, en colaboración con National Geographic, instaló ocho cámaras de video (CRITTERCAMs) en ballenas adultas y juveniles. Los datos obtenidos confirmaron que las ballenas se alimentan mediante buceos profundos en el Golfo Nuevo, y que las crías bucean a las mismas profundidades que sus madres. Se encontraron densas concentraciones de zooplancton de alta calidad cerca del fondo, lo que demuestra que las ballenas buscan estas presas mediante buceos profundos.
La investigación abarcó a tres individuos juveniles y siete hembras adultas, observando buceos entre 75 y 115 metros de profundidad. Estos descubrimientos proporcionan valiosa información sobre el comportamiento alimenticio de las ballenas francas australes y resaltan la importancia de Península Valdés como un área de usos múltiples para esta especie.
Publicado en Scientific Reports, el estudio subraya la necesidad de gestionar adecuadamente las áreas marinas protegidas para conservar tanto las especies carismáticas como todos los componentes del ecosistema. La información obtenida puede guiar el desarrollo de políticas de conservación que consideren la disponibilidad de presas y la salud del ecosistema en general, cruciales para la preservación a largo plazo de la ballena franca austral y otras especies dependientes de su hábitat, publicaron del Área de Comunicación CONICET CENPAT