Habló la estudiante de enfermería que ayudó a una mujer a dar a luz tras el choque en Madryn

Ximena Hurtado (30), estudiante de enfermería, se convirtió en heroína el pasado sábado en Puerto Madryn al asistir a una mujer en trabajo de parto tras un choque vehicular en el barrio Pujol II. En una emotiva entrevista con FM Del Viento, Ximena compartió los detalles de este momento crucial en su vida.

"La verdad es que fue tremendo", expresó Ximena con alegría al recordar la noche del incidente. "Estábamos cenando en casa con mi familia, que justo vino de viaje, y en un momento escuchamos un golpe afuera. Yo no salí en ese momento, pero sí mis padres y hermanos a ver qué había pasado. Cuando salgo, mi mamá me dijo que hubo un choque y había una chica con contracciones dentro de un auto".

La joven estudiante, cursando su tercer año en la Universidad del Chubut, describió cómo actuó de inmediato al percatarse de la situación. "Cuando abrí la puerta, la vi que estaba haciendo fuerza", relató Ximena. "Le dije a mi mamá: 'Dame el teléfono porque está teniendo'. Ya había salido la cabecita y el torso. Llamé al hospital, avisé que estaba teniendo, di la dirección y corté. Le pregunté a la mamá su nombre, me dijo que se llamaba Sol; le pedí que se recostara y se apoyara en mí porque la bebé estaba saliendo. Le dije que cuando tuviera la próxima contracción terminara de empujar porque ya salía y así fue".

Ximena continuó narrando los momentos cruciales del parto en condiciones adversas. "La madre es una guerrera y salió todo bien", afirmó con emoción. "Cuando nació la beba, lo primero que hice fue alzarla y hacerle unos masajes para estimularla. Ahí fue cuando lloró y supe que estaba bien. Le pedí a Sol su campera y le saqué la remera para poner a la beba en el pecho; quería que hicieran contacto porque eso también la iba a calmar a la mamá. Hice controles de respiración y pulso de la beba, y como estaba todo bien, me encargué de la madre".

Con humildad, Ximena reflexionó sobre su actuación en una situación tan estresante. "Fue un instinto que me salió", admitió. "No voy a decir que no me puse nerviosa, pero respiré y puse en práctica todo lo aprendido. La verdad es que tengo unos profesores muy buenos que también te enseñan cómo tranquilizarte, más en un momento así. Quería ver si hoy a la tarde puedo ir al hospital a verlas; lo único que sé es que están bien".