Madryn: se termina la primera quincena con ?sabor a poco? en el sector comercial
Ahora Madryn emprendió un circuito por varios comercios del centro de Madryn, rubros clásicos que en temporada aprovechan para hacer el colchón necesario para resistir el resto del año. Sin embargo, este 2024 comenzó muy duro y se hizo notar
La crisis y la inflación más alta de los últimos 33 años se hace sentir en la temporada estival y las ciudades turísticas como Puerto Madryn la están sufriendo. Los distintos comercios notan la baja considerable en el consumo, alguno resignados y otros esperanzados a que mejore en la segunda quincena.
Ahora Madryn emprende un circuito por distintos comercios del centro de Madryn, rubros clásicos que en temporada aprovechan para hacer el colchón necesario para resistir el resto del año. Sin embargo, este 2024 comenzó muy duro y se hizo notar.
En una chocolatería tradicional de Puerto Madryn, el dueño sostiene que “la temporada viene mal, estamos muy mal, vendiendo menos del 10% que el año pasado. Hay poco turista, el turista habitualmente anda con bolsas y yo no veo bolsas, más allá de las facturas que se lleva a la playa, es un turismo austero. Vamos mal y para peor. Hoy leí lo de Las Grutas: te alquilan un comercio por temporada, de diciembre a pascuas; si en enero no te fue bien, difícil remontar. Por eso quieren cerrar la temporada antes. Nunca visto”.
El chocolate siempre fue un producto elegido más para un regalo que para el consumo diario por los costos. Pero en los últimos tiempos, los insumos aumentaron mucho y se refleja en los precios. Una cajita de 200 gramos sale $5.600 y la docena de alfajores en promoción$ 6500.
En un local de comida rápida, la dueña es una comerciante joven y coincide con el chocolatero: “¿Qué te voy a contar? Mal, venimos mal. La gente viene buscando precios, viendo qué comer para compartir. Venimos de años malos, ¡te matan con los impuestos! En este local chiquito que ves pago $70 mil de luz, no tiene sentido”.
En el mismo centro, el típico local de regalos no es la excepción. El dueño advierte que “no es como temporadas anteriores, es un turismo más gasolero que se cuida más. Estamos trabajando bien pero para zafar, la mayoría se lleva pequeños obsequios como imanes, llaveros o pingüinos chicos. No se llevan ya mates, tablas de picadas o pingüinos grandes como antes”.
En una cervecería céntrica, que desde años se ha transformado en el lugar de encuentro d elos argentinos en cada localidad y mucho más en las turísticas, también notan la merma. “A comparación de lo que fue la temporada 2022, es mucho más tranquila la temporada. Hay turismo extranjero y poco local. Recuerdo trabajar en diciembre del 2022 con los bares llenos y la gente comprando en los locales. Hoy se nota la baja”, comenta el encargado.
Seguimos caminando y entramos a una heladería céntrica, un clásico del verano y pese a la crisis el rubro es garantía por la época. “Vendemos 20-30% menos que el año pasado. Pero más que en el resto del año. Tenemos público local también”.
Cerca de allí, otro clásico: los churros. El encargado de una churrería advierte que “por suerte venimos bien, por ahora, igual que el año pasado. La gente en la playa busca churros, nos googlea, nos ve en la playa, ero son 2 meses, después de febrero se cae. Ojalá sigamos así porque morfamos varios de acá. Pero recién hablé con una comerciante del barrio que vende ropa y está para atrás, nada”.
Los churros que le sobran del día van para un merendero de la ciudad. Y así es el día a día de la temporada en Madryn, con comerciantes que tratan de resistir la crisis y otros que intentan hacer un colchoncito en la temporada para sobrevivir el resto del año.