"Pato" Rosa, la despedida de un ícono musical madrynense
El velorio de Edgardo "Pato" Rosa en el gimnasio municipal N° 2 de Puerto Madryn fue un emotivo tributo a su legado artístico de 45 años. Repasamos la trayectoria del querido músico, productor y gestor cultural, recordando sus contribuciones a la música local y su impacto en la comunidad.
El pasado viernes, el gimnasio municipal N° 2 en el barrio Don Bosco se llenó de emoción y música en honor a Edgardo "Pato" Rosa, quien dejó una huella imborrable en la escena musical madrynense durante más de cuatro décadas. Familiares, amigos, artistas y vecinos se congregaron para rendirle un último adiós al reconocido músico y gestor cultural.
Criado en el corazón del barrio Don Bosco, "Pato" Rosa encontró en la música su pasión desde temprana edad. Su partida el jueves 7 de marzo dejó un vacío en la comunidad madrynense, pero también un legado vibrante que perdurará en el tiempo.
Desde sus primeros pasos en los escenarios en 1978, "Pato" Rosa se destacó por su versatilidad y talento, abrazando géneros que iban desde la cumbia y el folklore hasta el rock nacional. Fue parte de diversas bandas, produjo discos locales y dejó su marca como gestor cultural en la Municipalidad de Puerto Madryn durante más de una década.
Demian Morassi, docente y archivista musical, rescató la trayectoria de "Pato" Rosa a través de su vasto archivo histórico. Recordó cómo fue parte del primer grupo en lanzar un CD en la ciudad y cómo dejó una marca indeleble en la escena musical local.
Entre sus logros más destacados se encuentran la formación de bandas como Marea, Karuten y Sin Gamulán, así como la organización de eventos musicales emblemáticos, como el ciclo "Nuestros Músicos" y el evento "¿Te suena?" que reunió a más de 30 músicos en el Día de la Música en noviembre de 2023.
La partida de "Pato" Rosa deja un vacío en la música local, pero su legado perdurará en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de compartir escenario y en el corazón de una comunidad que lo recordará con cariño y gratitud por su inmensa contribución a la cultura madrynense.
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