La familia Guerra enfrenta nuevamente los peligros del alcohol al volante
Liliana Guerra, madre de Ronald Guerra, sufrió un accidente junto a su hijo debido a un conductor ebrio. La tragedia revive el dolor de hace años cuando Ronald fue víctima de un siniestro similar.
El sábado por la tarde, Rawson fue escenario de un violento accidente causado por un conductor ebrio. Minutos antes de las 15:30, en la intersección de Avenida San Martín y Luis Costa, un Volkswagen Gol conducido por un hombre bajo los efectos del alcohol impactó fuertemente contra una camioneta Ford EcoSport. A bordo de la camioneta viajaban Liliana Guerra, conocida vecina de la capital y madre de Ronald Guerra, junto a su hijo de 11 años.
El accidente no resultó en heridos graves, aunque ambos ocupantes de la camioneta sufrieron golpes leves. Este incidente revive un doloroso recuerdo para la familia Guerra. Hace más de tres años, Ronald Guerra, el hijo mayor de Liliana, perdió la vida tras ser atropellado por un médico que también conducía en estado de ebriedad mientras Ronald iba a trabajar en bicicleta.
En ese momento la madre dio un mensaje para el mèdico "Yo no lo voy a juzgar, Dios lo hará. Una pena que usted con sus posibilidades y estudios tenga tanto ego que lo enceguece al tomar decisiones. Ronald tenía todo para ofrecer, tenía lo que ningún examen ni prestigiosa facultad evalúa; ética, respeto, valores”.
La comisario Alejandra Medina, jefa de la seccional capitalina de policía, detalló el incidente: “La Ford circulaba por la Avenida San Martín en dirección a Luis Costa cuando el Gol impactó contra el lateral derecho de la camioneta, haciendo que ésta chocara contra una palma de luz”.
Personal médico del hospital Santa Teresita acudió al lugar para evaluar el estado de salud de los involucrados. El control de alcoholemia realizado en el sitio arrojó resultados negativos para Liliana Guerra, mientras que el conductor del Gol registró 1,62 gramos de alcohol por litro de sangre. El responsable del choque ahora enfrenta acciones administrativas y penales.
Este trágico episodio subraya una vez más los peligros que implica el consumo de alcohol al volante y el impacto devastador que tiene en las familias, como la de Ronald Guerra, quien sigue luchando contra las secuelas de una tragedia que nunca debió ocurrir.
