Crisis en el sector pesquero: Disputa gremial paraliza el puerto y advierten sobre las consecuencias

Una nueva disputa gremial ha paralizado las actividades del puerto de Rawson. El conflicto entre la Cámara de la Flota Amarilla de Chubut (CAFACh) y el Centro de Patrones de Pesca ha generado una retención de servicios que afecta a decenas de embarcaciones y pone en riesgo la temporada de verano.

RawsonRedacción MadrynAhoraRedacción MadrynAhora

La actividad en el puerto de Rawson se encuentra nuevamente paralizada, esta vez por conflictos gremiales con el sector de los capitanes. Ricardo Williams, integrante de la Cámara de la Flota Amarilla de Chubut (CAFACh), confirmó la situación este viernes en una entrevista con el periodista Rodrigo Mansilla en el programa INVENCIBLES.

Williams explicó que la paralización se debe a "una medida de retención de servicios por parte del Centro de Patrones de Pesca", que está exigiendo un aumento salarial. Sin embargo, el representante de CAFACh cuestionó la legitimidad de esta acción, ya que el Centro de Patrones solo tiene personería jurídica y no gremial en la región, lo que limita su capacidad para negociar paritarias o convocar a huelgas.

"El gremio no debería ni puede firmar paritarias ni hacer un paro, porque es otro el gremio que tiene esa posibilidad", aclaró Williams, al tiempo que destacó que la Asociación de Patrones de Pesca, que sí cuenta con la personería gremial correspondiente, está acatando un paro y una conciliación.

La situación ha llevado a que, de cinco barcos en su caso particular, solo uno esté operando. A nivel general, en el puerto de Rawson, apenas un 20% de la flota está en funcionamiento, con solo tres o cuatro barcos zarpando de un total de quince.

Williams lamentó que la tensión ha generado situaciones difíciles en el puerto, donde algunos patrones que pertenecen a la Asociación de Patrones han sido impedidos de salir a pescar. 

Además, advirtió que si la conflictividad persiste, el impacto se sentirá en la temporada de verano, especialmente porque las plantas están stockeadas y las ventas internacionales han disminuido tanto en cantidad como en precio. 

"Más allá de la discusión de si es justo o no lo que se pide, la verdadera cuestión es si podemos pagarlo. El precio del langostino lo fija el comprador, no el proveedor. Hay mucho stockeo, pocas ventas y el dólar no ha aumentado en la misma medida que la inflación", detalló.

Para Williams, la solución radica en encontrar un punto medio que permita a las empresas mantenerse a flote y a los trabajadores recibir una compensación justa por su labor. Si la situación no se resuelve, advierte que las repercusiones serán significativas durante la temporada alta de pesca, afectando a toda la industria.

Con información del Diario El Chubut.

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