¿Qué pasa con las mujeres de la pesca de Puerto Madryn?

Trabajadora del sector pesquero en Puerto Madryn exponen las dificultades que enfrentan las mujeres para ingresar a las empresas y acceder a oportunidades laborales, pese a que existe un cupo femenino por ley.

Puerto Madryn Redacción MadrynAhora Redacción MadrynAhora

En declaraciones recientes a Madryn Ahora, una trabajadora del sector pesquero en Puerto Madryn, Lourdes Oyarzún, puso de manifiesto la realidad que enfrentan las mujeres en el ámbito laboral de la pesca. "Hay una realidad, nosotros no podemos ingresar al gremio", señaló, haciendo hincapié en las limitaciones que encuentran las mujeres para acceder a oportunidades laborales en el sector.

La trabajadora lamentó la situación actual, destacando que solo dos empresas en la zona permiten la participación de mujeres. A pesar de ello, en Puerto Madryn hay más de quince mujeres trabajando en el sector, además de otras en Trelew y Rawson. Sin embargo, para las mujeres de fuera de la región, el acceso sigue siendo difícil. "No le podemos cerrar la puerta", agregó.

En cuanto al crecimiento en el número de mujeres trabajadoras en la pesca, mencionó un incremento gradual, pero lento. "Fuimos subiendo a 10, 15 y hoy el año pasado habremos subimos cinco con mucha suerte, nuevas", indicó.

Una de las principales dificultades señaladas por las trabajadoras es la exclusión de las mujeres en ciertos ámbitos, como los langostineros. "No nos quieren ahí, pero no es que no nos quiera la empresa, no nos quieren los chabones, porque ganan mucho", explicó. Además refutó los argumentos de la empresa sobre la necesidad de un hábitat exclusivo para las mujeres. "Es mentira lo del hábitat que la mujer tiene que estar sola, que tiene que tener un baño privado", afirmó, haciendo hincapié que en una casa se comparte baño y si se tiene que compartir habitación no hay ningun problema. 

En consonancia, Romina Carvacho, otra trabajadora del sector, afirmó que "seguimos peleando para que se cumpla el cupo laboral femenino que está por ley, pero muchas empresas no quieren cumplir".

"Yo llevo 15 años, otra compañera lleva 20 o 25 años y nos ha costado muchísimo. Hoy, cuesta más el ingreso porque piden más requisitos y el ambiente es muy machista. En Puerto Madryn hay 100 mujeres que podrían trabajar y en la bolsa hay solo 15 o 20", sentenció.

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